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From: Juancarlos G.E. <biciklanto>gmail.com>
Date: 06-ene-2008 0:54
Subject: [skribante...] NECESITAMOS AL REY, POR DESGRACIA
To: biciklanto>gmail.com
Se equivocó Franco al nombrar a Don Juan Carlos de Borbón, como sucesor a la jefatura del estado, pues, aquel no sabía que su sucesor tenía u ocultaba otras ideas de lo que debería ser la España que regiría, que era la de transitar España de la dictadura a un estado democrático y de derecho. Sin embargo, para llevar a cabo su labor, Don Juan Carlos tuvo que lidiar y jugar con los máximos representantes del entonces régimen de Franco y realizar, clandestinamente, actuaciones con líderes tanto del propio franquismo, como con líderes de la oposición que se encontraban en el país y en el exilio, de modo que sus decisiones políticas finales y públicas sorprendían tanto a los más fieles al régimen, como a la oposición y a los españoles en general, incluyendo la legalización del entonces tan temido partido comunista, pero también, renunciando a muchos de sus derechos como rey, de modo que conseguiría esa transición sin apenas problemas. Aun tuvo, desde su posición como jefe del estado y de las fuerzas armadas, que intervenir para interrumpir el intento de golpe de estado del 23 de febrero, de 1981, casi recién estrenado el nuevo régimen, además de otras representaciones para España, desde el papel de neutralidad política e ideológica que le toca ser en el país actual y el de aguantar los tiras y aflojas de mucha gente por los respectivos y diversos motivos que les lleven a tratar de perjudicar ó ridiculizar la figura del Rey.
Todavía es necesario dicha figura, pues, no cesamos de estar en peligro por colectivos y personajes de muy diferentes motivos contrapuestos. Si un día, este país disfrutara de gran estabilidad, como ocurre en algunos países europeos, entonces sería ya hora de cuestionar qué hacer ó cómo transformar esa representatividad -a mi juicio provisional ó transitoria-, bien sea desde el parlamento ó por iniciativa propia de la familia real, pero siempre, con mutuo acuerdo entre monarquía y parlamento y con la opinión pública.
Juancarlos G. E.
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Publicado por Juancarlos G.E. para skribante... el 1/06/2008 12:52:00 AM
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http://www.biciclante.info
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Date: 06-ene-2008 0:54
Subject: [skribante...] NECESITAMOS AL REY, POR DESGRACIA
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Se equivocó Franco al nombrar a Don Juan Carlos de Borbón, como sucesor a la jefatura del estado, pues, aquel no sabía que su sucesor tenía u ocultaba otras ideas de lo que debería ser la España que regiría, que era la de transitar España de la dictadura a un estado democrático y de derecho. Sin embargo, para llevar a cabo su labor, Don Juan Carlos tuvo que lidiar y jugar con los máximos representantes del entonces régimen de Franco y realizar, clandestinamente, actuaciones con líderes tanto del propio franquismo, como con líderes de la oposición que se encontraban en el país y en el exilio, de modo que sus decisiones políticas finales y públicas sorprendían tanto a los más fieles al régimen, como a la oposición y a los españoles en general, incluyendo la legalización del entonces tan temido partido comunista, pero también, renunciando a muchos de sus derechos como rey, de modo que conseguiría esa transición sin apenas problemas. Aun tuvo, desde su posición como jefe del estado y de las fuerzas armadas, que intervenir para interrumpir el intento de golpe de estado del 23 de febrero, de 1981, casi recién estrenado el nuevo régimen, además de otras representaciones para España, desde el papel de neutralidad política e ideológica que le toca ser en el país actual y el de aguantar los tiras y aflojas de mucha gente por los respectivos y diversos motivos que les lleven a tratar de perjudicar ó ridiculizar la figura del Rey.
Todavía es necesario dicha figura, pues, no cesamos de estar en peligro por colectivos y personajes de muy diferentes motivos contrapuestos. Si un día, este país disfrutara de gran estabilidad, como ocurre en algunos países europeos, entonces sería ya hora de cuestionar qué hacer ó cómo transformar esa representatividad -a mi juicio provisional ó transitoria-, bien sea desde el parlamento ó por iniciativa propia de la familia real, pero siempre, con mutuo acuerdo entre monarquía y parlamento y con la opinión pública.
Juancarlos G. E.
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